URSULA k. LEGUIN









Ursula K. Leguin en es una escritora de ciencia ficción que nació en California en 1929, el 22 de enero de este año murió a los 88 años dejándonos un universo literario y filosófico para explorar. En sus obras trabaja desde una perspectiva anarquista, feminista y taoísta incorporando temas de antropología, sociología, psicología, sexología y religión para construir utopías en las cuales pensar a la humanidad con conformaciones y estructuras diferentes a las que conocemos en el planeta tierra. Les convidamos una traducción de un discurso que dedicó en 1983 a las egresadas de Mills College. Se trata de un pequeño acercamiento a su visión del mundo y del rol que las mujeres desempeñamos en él, que puede resultar un aporte interesante para reflexionar en esta nueva ola de feminismos que estamos transitando hoy.



Discurso de Úrsula K. Le Guin
Mills College, Oakland, California
USA
Mayo 19, 1983

 Quiero agradecer a la clase 83 de Mills College por ofrecerme una rara chance: hablar en voz alta en público en el lenguaje de las mujeres. 
Sé que hay hombres graduándose y no quiero decir que los excluyo, estoy lejos de eso. Hay una tragedia griega donde el griego dice al extranjero "si usted no entiende griego por favor indique asintiendo". de todos modos, los comienzos operan generalmente bajo el acuerdo tácito de que todos los graduados son hombres o debieran serlo. Es `por eso que todes llevamos vestidos del siglo XII que se ven tan bien en los hombres y hacen que las mujeres se vean como un hongo o una cigüeña embarazada. La tradición intelectual es masculina. 
 Hablar en público se hace en la lengua pública, la lengua nacional o tribal; y la lengua de nuestra tribu es el lenguaje de los hombres. Por supuesto que las mujeres la aprendemos, no somos tontas. si puedes distinguir a Margaret Thatcher de Ronald Reagan, o a Indira Gandhi del general Somoza, por alguna cosa que dicen, dime cómo.  Este es un mundo de hombres, así que habla la lengua del hombre. Las palabras son palabras de poder. Has recorrido un largo camino, bebé, pero de ninguna manera es lo suficientemente largo. Ni siquiera puedes llegar allí vendiéndote a ti misma, porque el allí es de ellos, no tuyo. 
 Quizás ya tenemos suficientes palabras de poder y charlas sobre la batalla de la vida. A lo mejor necesitamos algunas palabras sobre la debilidad. En lugar de decir que ahora yo espero que ustedes salgan de esta torre de marfil de la universidad y vayan al mundo real y forjen una carrera triunfante o al menos ayuden a sus esposos a mantener nuestro país fuerte y ser exitoses en todo, en lugar de hablar de poder ¿qué pasa si hablo como una mujer justo aquí en público? No va a sonar bien. Va a sonar terrible. 
¿qué pasa si digo que lo que te deseo primero es, si- y solo si tu quieres tener hijes, deseo que les tengas. No hordas de elles, una pareja es suficiente. Deseo que sean hermoses. espero que tú y elles tengan suficiente para comer, y un lugar para estar calientes y limpies, y amigues, y que trabajes en lo que te guste hacer. Bueno, ¿eso es para lo que fuiste a la Universidad? ¿Es eso todo? ¿qué hay del éxito?
 El éxito es el fracaso de alguna otra persona. El éxito es el sueño americano que podemos seguir soñando porque mucha gente en muchos lugares, incluyendo treinta millones de nosotres, viven despiertes en la terrible realidad de la pobreza. No, no te deseo éxito. Ni siquiera quiero hablar de eso. Quiero hablar de fracaso. 
Porque por ser un ser humano conocerás el fracaso, vas a conocer la decepción, la injusticia, la traición y la pérdida irreparable. Vas a encontrar que eres débil donde siempre pensaste que eras fuerte. Trabajarás para tener posesiones que luego descubrirás que te poseen. Te encontrarás a ti misma, -como sé que ya tienes- en lugares oscuros, sola y asustada. Lo que espero de ti, para todas mis hermanas e hijas, hermanos e hijos, es que puedas vivir allí, en el lugar oscuro. Vivir en el lugar que nuestra cultura racionalizadora de éxito niega, llamándolo un lugar de exilio, inhabitable, extranjero. 
 Bueno, nosotras ya somos extranjeras. las mujeres, como mujeres llevamos largo tiempo excluidas de, ajenas a, las auto-declaradas normas masculinas de esta sociedad, donde los seres humanos se denominan hombre, el único dios respetable es el hombre, la única dirección es hacia arriba. Así que ese es su país. Exploremos el nuestro. No estoy hablando de sexo; ese es un universo diferente, donde cada hombre y cada mujer están en soledad. Estoy hablando de la sociedad, el llamado mundo de de competencia institucionalizada, agresión, violencia, autoridad y poder. Si queremos vivir como mujeres se nos impone cierto separatismo. el mundo de los juegos de guerra no fue hecho por nosotras ni para nosotras. Ni siquiera podemos respirar el aire de allí sin máscaras. Y si te pones la máscara te costará sacártela. entonces ¿qué tal si seguimos haciendo las cosas a nuestra manera, como lo hicisteis aquí en Mills? No para los hombres y la jerarquía del poder masculino, ese es su juego. Tampoco contra los hombres, eso sería seguir jugando según sus reglas. Pero con cualquier hombre que esté con nosotras: ese es nuestro juego. ¿Por qué una mujer libre con educación universitaria debe luchar contra un macho o servirle? ¿Por qué debería vivir su vida en sus términos?
 El macho tiene miedo de nuestros términos, que no son todos racionales, positivos, competitivos, etc. Y por eso nos han enseñado a despreciarlos y a negarlos. En nuestra sociedad las mujeres han vivido, y han sido despreciadas por vivir, todo el lado de la vida que incluye y asume la responsabilidad por la indefensión, la debilidad y la enfermedad, por lo irracional y lo irreparable, por todo lo que es oscuro, pasivo, incontrolado, animal, sucio. El valle de la sombra, la profundo, la profundidad de la vida. Todo lo que el género niega y rechaza nos queda a nosotras y a los hombres que lo comparten con nostras, y, por lo tanto, como nosotras, no pueden jugar al doctor, sólo enfermera, no pueden ser guerreros, sólo civiles, no pueden ser jefes, sólo índies. Bueno, entonces ese es nuestro país. El lado nocturno de nuestro país. Si hay un lado del día, altas sierras, praderas de hierba verde, sólo conocemos los cuentos de pioneros sobre eso. No llegamos a ello todavía. No vamos a llegar imitando al macho. Sólo vamos a llegar siguiendo nuestro propio camino, viviendo allí, viviendo toda la noche en nuestro propio país. 
 Entonces lo que espero es que vivas allí, no como prisionera, avergonzada de ser mujer, consentida cautiva de un sistema social psicopático, sino como nativa que estará que estará en casa allí. Sé tu propia amante, con una habitación propia. que harás tu trabajo allí, sea lo que sea bueno, arte o ciencia o tecnología o dirigir una empresa o barrer debajo de las camas y cuando te digan que es un trabajo de segunda clase porque una mujer lo está haciendo, espero que les digas que se vayan al infierno y mientras te van a dar el mismo salario por igual tiempo. 
 Espero que vivas sin la necesidad de dominar, y sin la necesidad de ser dominada. Espero que nunca seas víctima pero que espero que no tengas poder sobre otras personas. Y cuando fracases y seas derrotada y con dolor, y en la oscuridad, espero que recuerdes que la oscuridad es tu país, donde vives, donde no se pelean guerras ni se ganan guerras, sino donde está el futuro. Nuestras raíces están en la oscuridad. la tierra es nuestro país. ¿Por qué miramos arriba para buscar bendición, en lugar de alrededor o abajo? ¿Qué esperanza se nos perdió allí? No en el cielo, lleno de ojos espías orbitando y armamento sino en la tierra que hemos despreciado. No en la luz que ciega, sino en la oscuridad que alimenta, donde les seres humanas hacen crecer almas humanas. 


trad. NATALIA RENZI

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